El segundo texto a abordar fue
"De la Sociología de la Televisión a la Sociología de la pantalla; bases
para una reflexión global" de Roger Silverstone.
Este texto nos lleva a hacer una
regresión hacia unos años atrás, cuando la televisión aun no salía a flote y su
uso no era popular, cuando aun se podía considerar un objeto más de la sala
familiar y no el centro de atención que ahora se constituye. Y no solo hemos
sido testigos de sus novedades tecnológicas y adecuaciones hasta llegar al
smart TV, sino también de los cambios en las distintas formas de concebirla,
iniciando con una perspectiva positiva en que se resaltaba su valor educativo,
pasando por críticas negativas, acusándola de fomentar esquemas de violencia y
diferenciación social, aun hay teorías y posturas que se mantiene firmes en
cuanto a concebir la televisión como algo que perjudica la identidad cultural
tanto como algo beneficioso y necesario para la construcción de sociedad. Lo
que si es innegable es como los contenidos ha pasado del orden local a un orden
global, podemos por un simple botón enterarnos de las noticias en el otro lado
del mundo, o disfrutar de una película producida en una cultura muy diferente a
la nuestra. Ahora es cada vez más frecuente no solo tener este fácil acceso al
mundo, sino entrar a cuestionar la veracidad de lo que los medios nacionales
nos afirman y parece ser que cada día
más se develan tendencias de medios de comunicación a favorecer ideales
políticos, ideológicos o industriales. A mi parecer, un poco optimista del asunto, parece que si la televisión que fue juzgada como un mecanismo de dominación social ahora los nuevos medios de Comunicación e información parecen que han despertado esa conciencia ciudadana y critica para permitir que no asimilemos todo entero sino que cuestionemos la veracidad y validez de lo que se dice, asì se crean y asumen posturas, y esto hace que el ciudadano cree su propia voz.

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